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miércoles, 30 de julio de 2014

FRUTAS DE VERANO CON HUESO

Todas las frutas de verano se caracterizan por tener varios puntos en común, como un alto contenido en agua, fibra, minerales, vitaminas y antioxidante, pocas calorías y un pequeño porcentaje de azúcares. Debido precisamente a su contenido en antioxidantes y agua son la mejor forma de protegernos frente al sol y mantenernos hidratados.

Dentro de las frutas de verano podemos destacar las frutas con hueso, ideales para preparar pasteles, compotas, o para tomar crudas. Todas ellas pertenecen a la familia de las rosáceas y las más destacables son las siguientes:

-          Ciruela: tiene su origen en Persia y el Cáucaso y es resistente a las bajas temperaturas. En su composición destaca el agua, minerales (hierro, potasio, azufre, calcio, fósforo, magnesio) y vitaminas B1, B2, A, C y E). Su mejor época es entre abril y septiembre y debemos fijarnos al comprarlas en que no tengan manchas de color marrón o estén arrugadas. Se consumen como acompañamiento de algunas carnes (cerdo, pollo, pavo), en compotas, pasteles, confituras o frescas. Debemos conservarlas en el frigorífico si están a punto para consumirlas, o fuera de él si están verdes. Aguantan unos 3-4 días y debemos evitar apilarlas

-          Paraguayo o paraguaya: procede de una mutación del melocotón y se caracteriza por su piel aterciopelada y su forma aplastada. Contiene cantidades significativas de minerales (potasio, manganeso, cobre, magnesio, fósforo, cloro, calcio, azufre, hierro), fibra, antioxidantes, agua, carotenos y vitaminas (B1, B2, B6, A y C). Al comprarlo debemos evitar aquellos con manchas. Se usa en mermeladas, galletas, jaleas, tartas… o se consume fresco. También debemos guardarlo en la nevera si está maduro y fuera si está verde, siempre evitando apilarlos

-          Albaricoque: originario de Asia, tiene un color amarillo anaranjado con partes rojas. Destaca por su contenido en minerales (calcio, magnesio, potasio), fibra, vitaminas (A y C) y carotenoides. Se deben tomar bien maduros, eligiendo aquellos con tonos rosados y desechando los que están demasiado maduros. Su pulpa es de textura fibrosa y con la maduración se vuelve más harinosa. Además de tomarse como fruta fresca, se usan en pasteles, compotas y para elaborar los orejones de albaricoque

-          Nectarina: al contrario de lo que mucha gente piensa, no es un cruce entre ciruela y melocotón, sino una variedad de melocotón espontánea. Se diferencia de éste en su menor tamaño y en que su piel es más brillante y lisa. Se conserva en el frigorífico si está madura y fuera si necesita madurar. Es rica en minerales (potasio, hierro, fósforo, magnesio), vitaminas (B1, B2, B5, A, C y E) y fibra; y debido a su bajo contenido en sodio se recomienda contra la retención de líquidos y la hipertensión. Se usa para elaborar pasteles, tartas, helados, jaleas, mermeladas, confituras… además de consumirse fresca. Su nombre proviene de la palabra “néctar” y se debe a su sabor

-          Melocotón: es una fruta con una enorme cantidad de variedades debido a que su crecimiento depende del tipo de cultivo y de las condiciones climáticas. Su origen está en China, donde se cultiva desde hace 3000 años. Contiene grandes cantidades de minerales (manganeso, potasio, calcio, fósforo, cloro, hierro, magnesio, azufre), antioxidantes tipo beta caroteno, agua, vitaminas (B1, B2, B6, A y C) y fibra. Al comprarlos debemos evitar aquellas piezas con golpes, manchas verdes o demasiado maduros. Se conservan en el frigorífico si están maduros y fuera si están verdes, evitando apilarlos. La mejor época para su consumo son los meses de junio, julio y agosto. Además de consumirlo fresco, se usa como guarnición de carnes, ingrediente de ensaladas, para tartas, suflés, helados, en mermeladas o compotas…

Y tú, ¿cuál es tu fruta con hueso favorita?


miércoles, 23 de julio de 2014

¡A LA RICA HORCHATA!

Las horchatas son bebidas hechas con componentes vegetales, como semillas o cereales, triturados y macerados en agua de forma que “traspasan” a este líquido todas sus propiedades nutritivas. Podemos tomarlas al natural o condimentarlas con especias o edulcorantes. Si bien su aspecto asemeja al de la leche de vaca, no la contienen entre sus componentes, por lo que nunca pueden sustituirla por tener propiedades nutritivas diferentes (cada tipo de horchata aporta un perfil diferente de hidratos de carbono, vitaminas y minerales en función de su ingrediente principal).

En la mayor parte de los casos, para elaborar una horchata solamente debemos dejas los ingredientes a macerar en agua durante unas horas, triturar todo y colar el líquido obtenido. De esta manera, por ejemplo, llevan haciendo la famosa horchata de chufa los levantinos desde hace cientos de años.

Pero si quieres probar a hacer horchatas en casa, ahí van unas cuantas opciones:

-          Horchata de almendras: escaldamos 125 gramos de almendras dulces, las pelamos y las trituramos bien finas para, posteriormente, mezclarlas con 4 cucharadas de agua fría. Batimos la mezcla mientras añadimos 500 ml de agua fría. Dejamos reposar 2 horas en el frigorífico y colamos el líquido por una gasa fina

-          Horchata de arroz: hervimos 2 cucharadas de arroz en 1 litro de agua hasta que los granos empiecen a deshacerse. Retiramos del fuego, dejamos enfriar y colamos el líquido

-          Horchata de sésamo: trituramos 200 gramos de semillas de sésamo y las mezclamos con 1 litro de agua. Mantenemos en la nevera durante 2 horas y colamos. Podemos darle un toque dulce añadiendo miel

-          Horchata de cebada: hervimos 50 gramos de cebada perlada en 1 litro de agua durante 30 minutos. Colamos y dejamos enfriar. Se suele aderezar con miel y zumo de limón

-          Horchata de soja: dejamos durante 1 noche 1 taza de granos de soja blanca en remojo. Al día siguiente trituramos la mezcla y añadimos 6 tazas de agua. Hervimos el preparado durante 30 minutos. Colamos y aderezamos

-          Horchata de avena: hervimos 50 gramos de avena entera en 1 litro de agua durante 30 minutos. Colamos para separar el agua de la avena. Trituramos esta última y volvemos a añadirla al agua de cocción hasta llegar a 1 litro de bebida. Hervimos durante 2 minutos, dejamos enfriar y colamos


Y tú, ¿te atreves a preparar tu horchata?

miércoles, 16 de julio de 2014

FRUTAS Y PLAYA

Si hay un plan que caracteriza los meses de verano, es ir a la playa. Nadar, pasear, jugar en la orilla, tomar el sol… La elevada exposición al sol que estas actividades suponen va a contribuir a que nos deshidratemos más fácilmente, por lo que es importante consumir alimentos ricos en agua y beber en cantidades adecuadas.

La mejor bebida que podemos tomar para calmar nuestra sed es el agua, y en cuanto a los alimentos, la fruta es la mejor opción, destacando en estos meses las siguientes, todas ellas con un elevado contenido en agua (más de un 80%) y un bajo aporte calórico (25-50 kcal por cada 100 gramos):

-          Melón: nos va a aportar principalmente vitamina C (100 gramos de esta fruta cubren la mitad de la dosis diaria recomendada) y ácido fólico. Su aporte calórico es muy bajo ya que contiene un 90-95% de agua

-          Ciruela: existen más de 200 variedades de esta fruta, siendo las más conocidas las rojas (sabor dulce y con mucho jugo), las verdes y negras (llamadas claudias, muy dulces, jugosas y firmes) y las amarillas (mucho jugo y sabor ácido). Las rojas contienen antocianinas, sustancias antioxidantes. Las ciruelas en general, además de ayudarnos a hidratarnos, nos aportan gran cantidad de fibra

-          Sandía: aporta sólo unas 27 kcal por cada 100 gramos debido a su elevadísimo contenido en agua (95%) y escasez de macronutrientes, siendo en su mayoría carbohidratos. Contiene muchas vitaminas y minerales y destaca su contenido en licopeno, carotenoide que ayuda a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer, como el de próstata

-          Melocotón: también nos aporta mucha agua y pocas calorías. Es una fruta de sabor dulce, rico aroma y piel suave, con pulpa amarillenta. Su color indica su contenido en carotenoides, sustancias con actividad antioxidante y provitamina A. Entre sus vitaminas destaca la C y contiene además cantidades significativas de fibra.

Lo que sí debemos tener en cuenta a la hora de llevar una fruta a la playa es la manera en que la vamos a conservar y manipular. Lo recomendable es mantenerla en una nevera con placas de agua congelada para mantenerla fría y llevarla en forma de brochetas, gazpacho, macedonias…


Y para tener agua fresca durante tu día de playa, no olvides llevar la botella congelada. De esa forma se descongelará progresivamente y siempre tendrás agua fresquita.

jueves, 10 de julio de 2014

LA DIETA EN VERANO

Cada una de las estaciones del año conlleva cambios en nuestra alimentación y el verano no es una excepción. Durante esta temporada, además de los requerimientos generales del organismo, debemos prestar especial atención a otros propios de la estación, como mantenernos bien hidratados o aportar al cuerpo en cantidad suficiente aquellos antioxidantes que nos protegen del sol.

El verano es un momento del año en el que, debido a las altas temperaturas, no nos apetece tomar legumbres ya que solemos asociar su ingesta a guisos y estofados. Pero debido a su gran aporte nutritivo, debemos incluir este grupo de alimentos también en nuestra dieta veraniega, por ejemplo preparando cremas templadas o frías, en sopas ligeras o como ingrediente en ensaladas

Los helados son el producto estrella del verano y presentan una gran variedad, aunque todos suelen tener algo en común: muchos azúcares y grasas y, por lo tanto, muchas calorías. Si bien a nadie le va a perjudicar darse un capricho de vez en cuando, la mejor opción es hacer sorbetes, batidos, helados y zumos fríos con frutas de temporada como fresas, melocotón, albaricoque o cerezas.

Y si hay un plato que en verano cobra especial relevancia, son las ensaladas. Se trata de una manera de aportar a nuestro organismo gran cantidad de vitaminas y minerales, además de otros nutrientes muy beneficiosos. Es una preparación que admite gran cantidad de ingredientes, por lo que el límite lo ponemos sólo nosotros y nuestra imaginación. No te limites sólo a las clásicas ensaladas de lechuga, tomate y cebolla y prueba cosas nuevas

Todos sabemos que el té, en todas sus variedades (rojo, negro, verde, blanco) contiene grandes beneficios para nuestra salud, así que no te cortes y conviértelo en tu bebida del verano tomándolo bien frío para refrescarte o, incluso, con hielo picado en forma de granizado. Ah! Y si te gusta el limón, prueba a añadir un chorrito.

Un clásico constante del verano son las barbacoas, la excusa perfecta para reunirse con amigos o en familia. Normalmente en este tipo de encuentro se recurre a la carne (churrasco, chorizos…), pero una buena alternativa es el pescado a la parrilla o una barbacoa vegetariana con gran variedad de verduras. ¿Qué tal una barbacoa mixta para tener donde elegir? Y de postre, fruta asada en la barbacoa


Si bien es cierto que en verano estamos más activos, los paseos, la playa o ese aumento de actividad no requiere ni justifica aumentar las calorías consumidas (a menos que el incremento en la intensidad de las actividades físicas sea muy elevado). Así que debemos seguir teniendo la misma ingesta calórica que el resto del año. 

miércoles, 2 de julio de 2014

TRASTORNOS RELACIONADOS CON EL CONSUMO DE AGUA I: POTOMANÍA

Se conoce con este nombre al consumo excesivo de agua y puede ser síntoma de un desequilibrio psiquiátrico.

Es un trastorno relativamente desconocido que consiste en un deseo frecuente de beber gran cantidad de líquido, de manera compulsiva y sin sentir en especial sed, y acompañado de una sensación placentera. Si una persona es consciente de que bebe demasiada agua (7 o más litros al día), debe acudir a un endocrinólogo para descartar cualquier trastorno hormonal u otra patología que afecte al área hipotalámica, donde se encuentra el centro que regula la sed.

Beber cantidades exageradas de agua u otros líquidos no suele causar hiperhidratación, siempre que la hipófisis, riñones y corazón funcionen bien para eliminar el exceso; pero por episodios repetidos y mantenidos de potomanía se puede alterar el buen funcionamiento de los riñones, la composición de la sangre y el equilibrio de fluidos y electrolitos dentro del organismo.
 
El exceso de líquidos provoca una dilución de los componentes de la sangre, dando lugar a un desbalance en la concentración de electrolitos, como la hiponatremia, donde el organismo concentra una cantidad muy baja de sodio en la sangre (natremia inferior a 120 mEq/l); si es grave impide el funcionamiento normal del cerebro, músculos, órganos y metabolismo, provocando náuseas, cefaleas, letargia, convulsiones y coma

El tratamiento de este trastorno depende de la causa de base, pero independientemente de la causa hay que restringir el consumo de líquidos a 1.5 l/día. En ocasiones se prescribe un diurético para aumentar la excreción de agua por parte de los riñones, aumentando el aporte de sodio en poco líquido.

Si bien es verdad que, sobre todo en verano, debemos beber agua y otros líquidos para mantenernos bien hidratados, no debemos dejar nunca que nos obsesione esto hasta el punto de sufrir un trastorno. Como en todo, lo mejor es la mesura